Los resultados fueron muy curiosos demostrando que el tiempo que empleaban los participantes para responder era mayor en la misma medida en que el ángulo de rotación aumentaba. En ese momento la única explicación que se halló para el fenómeno fue que, para tomar una decisión respecto a la igualdad de dos imágenes, debemos rotar mentalmente una de ellas hasta colocarla en su posición normal. Evidentemente, mientras más debemos rotar la imagen, mayor tiempo nos llevará tomar una decisión.
Como es de suponer, a partir de este experimento pionero sobre la rotación mental de las imágenes otros tantos le han sucedido. Así, actualmente se conoce que la rotación de las imágenes no solo incrementa el tiempo de la respuesta sino que también provoca un cambio o modulación en un potencial cerebral evocado. Para aquellos que no lo sepan, aclaro que los potenciales cerebrales evocados son fluctuaciones en el voltaje del electroencefalograma (EEG) provocadas por sucesos sensoriales, motores o cognitivos.
De esta manera, en las tareas de rotación mental se ha observado que, aproximadamente 400 milisegundos después que aparece el objeto, se aprecia una onda negativa en las regiones parietales. Esta onda, que se ha llamado Negatividad Relacionada con la Rotación, presenta un voltaje más negativo en la misma medida en que se incrementa el ángulo de rotación. Debido a esto, esta onda se ha convertido en un indicador neurofisiológico de la cantidad de rotación mental que se necesita para colocar el objeto en su posición vertical.
No obstante, ya sabemos que en cuestiones psicológicas nada es lineal ni simple. Así, independientemente del ángulo de rotación, el tiempo para tomar la decisión será mayor si el objeto se presenta en su versión simétrica que si se presenta en su versión normal. Este tiempo extra se debe a que nuestra mente primero rota el objeto en el plano para colocarlo en su posición vertical y luego se gira fuera del plano para colocarlo en su posición normal. Este último giro sería el responsable del incremento del tiempo de respuesta cuando se muestran los objetos simétricos.
Recientemente investigadores de la Universidad de Barcelona han demostrado esta teoría a través de los potenciales evocados añadiendo además un nuevo elemento al misterio de cómo nuestra mente rota las imágenes: la rotación en el plano y la rotación fuera del plano es diferente, tratándose de dos procesos psicológicos distintos :-0
Sin lugar a dudas mucho queda por descubrir del cerebro humano y de cómo procesamos la realidad.
Fuente Rincón de la psicología.