Ha habido muchas investigaciones que dicen y demuestran que el escribir puede ser terapeutico, pero es necesario tener en cuenta ciertas reglas.
Es importante escribir sobre aquellos hechos negativos que nos atormenta y que normalmente no queremos contar a nadie.
Segundo, debe hacerse una descripción del problema y de las experiencias inherentes al mismo.
¿Existe alguna diferencia entre las palabras escritas con un lápiz y las palabras tecleadas? es probable que el hecho de escribir en una hoja de papel realmente tenga efectos aún más terapéuticos que teclear nuestras ideas. ¿Por qué?
Simplemente porque muchos de nosotros experimentamos la tecnología como algo externo.
Creo que las diferencias entre un método y otro a la larga terminan siendo muy sutiles porque, como bien afirman Krlos y José Luis; el verdadero poder terapéutico de escribir se debe a que nos hace reflexionar sobre nuestras problemáticas permitiéndonos apreciar otras alternativas y en muchas ocasiones tiene un fuerte poder liberador; como bien puntualiza Hija de la Noche.
Una de las técnicas que se utilizan para ayudar a las personas a resolver sus conflictos es pedirles que escriban en una hoja de papel los pros y los contras de sus posibles decisiones. Aunque pueda parecer una tarea muy sencilla, lo cierto es que brinda resultados asombrosos porque el hecho de escribir lo que pensamos, nos ayuda a poner en orden las ideas, brindarles otras jerarquías y apartar un tanto la emocionalidad en aras de tomar la mejor decisión posible.
No obstante, en relación con los blogs, si bien estos pueden ser terapéuticos porque nos permiten expresarnos y reorganizarnos, expertos aconsejan ir con cuidado en este sentido ya que el blog también es una forma de comunicar con las personas.
No es lo mismo escribir nuestros pensamientos más íntimos y develar nuestras emociones en un diario que nadie leerá que hacerlo para cientos o miles de personas que potencialmente podrán conocer nuestras ideas y dejarse influenciar por ellas. En este punto aparece un problema ético ya que compartiendo determinadas experiencias con personas que no tienen los recursos psicológicos para procesarlas o que son psíquicamente inestables, podríamos causar un gran daño.
Yo, al igual que la fuente de este artículo, con fines curativos, prefiero el lápiz y papel.
Fuente: Rincón de la psicología (www.rinconpsicologia.com)